jueves, diciembre 10, 2020

Sutiles diferencias

Se me olvido quererte no es lo mismo que deje de amarte, lo primero fue por falta de práctica, lo segundo seria si ya no me importaras.

Por eso propongo el punto medio, el café de la tarde, mirando desde San Antonio a los demás en las mismas, y charlar.

O ver las luces titilantes frente al río refunfuñón, desde la altura de mi balcón, unos vinos y una charla ambientada con su rumor.

Pero el que aún me importes, tampoco implica que mi corazón te conserva como en el momento del primer beso en Los Cristales, o como esas tardes bajo el samán.

Solo son el buen recordar de las sonrisas y la gratificante sensación de ambos estando ahí, sin más razón que ver la tarde Santiaguina teñirse de un efímero adiós al Valle, mientras sabíamos que estábamos ahí, cada cual para cada tal.

Ardes.

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