lunes, septiembre 07, 2015

Escribir sobre Ud.

Es divertido escribir sobre su risa, sobre el descuidado andar de sus pasos entre las calles, de la alegría de sus ojos al mirar el horizonte, de la forma en que se maravilla con las novedades.

Es tan divertido sentir sus caricias y sus besos, a pesar que la distancia obligue a la ausencia y la indiferencia; así como lo es encontrarla entre mis pensamientos, vagando ligera, como sin carga, como un ave que vuela.

¿Le cuento una infidencia? Mire que sigue siendo divertido escribir sobre sus cejas, alargarle sus lunares y saborearle la sonrisa con el ápice de mis letras.

Pero no crea que entre estas palabras hay pretensiones escondidas, yo le aseguro que ellas solo van naciendo y caminando sin certezas, son simples espontaneas que se marchan desde mi mente hasta el papel y que por esta noche, se van encontrando de nuevo con el ayer. Mire con calma y tranquila, que en estas letras solo se hablan de lo divertido de la vida cuando se sentaba a su lado, a compartir su sonrisa, su llanto, su melancolía.

Yo no cargo pretensiones, solo quiero contemplarla, verla sonreír de nuevo tras la pantalla, compartirle una canción, tal vez un soneto, seguramente una flor y cada uno de mis sueños; regalarle con mis palabras un momento de frescura, a esa cálida mirada suya.

Y es que sigue siendo divertido encontrármela de nuevo caminado por las calles, con su cadencioso contoneo; sigue siendo divertido acariciarle la piel con mis palabras, dejarle al viento mis sonetos y que se le metan en la almohada.

Hoy prefiero andar por esta tarde, divirtiéndome con su recuerdo, producto de las buenas referencias que me dejo el pasado. Hoy camino bajo la sombra de los árboles que enmarcan la avenida que me enruta a la montaña, viendo pasar los farallones a la vera del camino, recordando los sueños gestados en sus laderas.

Y me siento bajo el sol de la tarde santiaguina, esperando la briza fresca que se lanza desde las cimas, y tras el sorbo de este café miro el papel y recuerdo lo divertido que es escribir sobre Ud.



Ardes.


Mi Felicidad.

No es que no sea feliz, la verdad es que estoy comenzando a creer que tengo una felicidad insatisfecha, una felicidad inconforme y llena de pereques, una que aunque se ríe de las mañanas frías y me cobija en las madrugadas, suele esconderse cuando el viento me trae “añeras”.

Es una felicidad que se sienta sola en la banca del parque y pasea por las calles sin pasos compañeros, y muchas veces en verdad parece ser una felicidad tan infinita, pues la encuentro incómoda tan solo habitando en mí, pareciese que padeciera de una megalomanía que la empujara a fundar un imperio, radicándose entre las sonrisas y el pecho de algunos territorios vecinos.

Eso sí, garantizo que no es una felicidad compleja, por el contrario, es sencilla en cada uno de sus sentidos. Es una felicidad que aún se nutre de la simplicidad de los vientos atravesando el valle, o de la magia que viaja rio abajo entre las piedras; frecuentemente se alimenta de las  madrugadas que despiertan mis paisajes, de las noches estrelladas y la divina luna que me suele acompañar.

Pero si, a pesar de todo esto hay evidencias que señalan a que mi felicidad es una felicidad insatisfecha e inconforme, aunque o tal vez pudiera ser simplemente ambiciosa. Sea como sea, algo le va pasando a mi felicidad últimamente, que no me hace infeliz, pero que me hace. Sera seguir paseando con ella por las calles o en los buses, sonriéndonos conmigo mismo, ignorando las miradas de aquellos que reúsen ser invadidos, seguiré gozándola mientras descifro realmente las causas de esta inconsistencia, a ver si es que anda de caprichosa, o contagiada de alguna felicidad que no habita en mí.


Ardes.