Quiero sellarme en los labios
de una mujer translucida,
pero tangible.
Quiero encontrar su piel en cada mirada,
interferir y cruzar mis sentidos,
para explorarla cada vez cinco veces.
Quiero también,
resaltar aquel sexto con su voz,
sus palabras imprimiéndose
sobre un profundo espacio,
reglón tras renglón de estrellas,
marginados por rayos de luna.
Y leer de este papel,
la tibieza de sus abrazos,
la calidez de sus caricias,
la exquisitez de sus suspiros.
Palabra tras palabra
en un texto de noche,
de una noche de mil,
en el libro de mi ocaso.
Jr.