sábado, mayo 02, 2020

Adiós.

Palabras más, palabras menos:

No me jodas, no me inventes, vete lejos, vete pal infierno,
no me vendas tus angustias ni me prestes tus odios,
deja lejos de mis manos la calcinada alma que cargas,
que ya es mucho el hollín que en el camino he respirado,
exhalado por inconformes que no han limpiado sus vidas.

Vete entonces por tu vereda y déjame la existencia tranquila,
que las plagas que suelen provenir de mi pasado
son suficiente pa cobrarme todo ese karma que he acumulado
y no hace falta la ácida versión de tus misterios,
con cadáveres de sentimientos ajenos que distan de mi verdad.

Sube las escaleras a tu cómodo mundo de certezas e incoherencias,
donde dormitan las perfectas líneas de tus creaciones;
yo bajaré a encontrarme con mis demonios y sátiros,
allá donde residen las imperfectas tramas que nacen de mi carne.
Que se parta entonces este mundo en cuantos trozos pueda,
pa darle residencia a cada una de las realidades que gestaste.

Toma tus cargas que ya no deseo llevar y deja las mías,
lárgate de una vez por todas y deja ya de dañar, con tu aliento,
lo poco que has dejado intacto en este lugar.
Déjame con mis imperfecciones banales y terrenales,
entre mis cantos y versos, con mis maldiciones,
déjame de una vez por todas, por mi tranquilidad.

Palabras más, palabras menos:
No me jodas, no me inventes, vete lejos, vete pa tu perfecto infierno.


Henry